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¡¡HOLA!!

Soy Marius Dince. Nací en 1989, en Argentina.
Mi primer contacto con los malabares fue en el 2007, en un taller de circo integral en mi ciudad, Adrogué. Si bien desde un principio me sentí atraída por los malabares, no fue hasta los entrenamientos nocturnos en el sótano de casa que descubrí la pasión por ellos.
Soy una persona nocturna, y los malabares lo dejaron en evidencia. Cuando llegaba la noche  y  me encontraba en mi habitación-sótano, aparecían las ganas ineludibles de entrenar. Pero ¿cómo hacerlo sin que las caídas de las clavas despertaran a mi familia? ¿Cómo hacerlo si tocaba el techo con la mano? Limitaciones... las mismas que me dejaron frente a un mundo por explorar. El mundo de los equilibrios con clavas. La tensión en la calma.
Mi formación continuó en el Centro Kultural Trivenchi y en el Centro Cultural El Eternauta, donde varios años después nacieron mis dos solos: TANEQUILIBRIGO y CLAVA CLAVADA, que tuve el placer de presentar en convenciones y festivales en Argentina, Nueva Zelanda, Italia, Alemania, España, Francia y Portugal, al mismo tiempo que trabajaba en la compañía argentina Circo Reciclado.
En 2015 co-creé junto a Pablo Brun la compañía Zig Zag Circo, y su show de calle y sala "Justo a Tiempo" fué protagonista de 4 temporadas de festivales de verano europeo, 2 temporadas en Brasil y una en Argentina, pasando también por Corea del Sur y por una gira en un circo tradicional en Nueva Zelanda.
En 2020 muchos de los proyectos en los que venía trabajando se vieron suspendidos o pospuestos por la situación mundial... Más limitaciones convertidas en oportunidades...  es así como dos compañías valencianas de circo contemporáneo me invitaron a formar parte de sus nuevas producciones. Por un lado Spinish Circo, con su show "Peus Dalt" y por el otro Köselig, con su show "Serendipitat".
A comienzos del 2022, con Liza van Brakel, creamos Cie Ruku, que tiene previsto el estreno de su primer espectáculo "High not High" para el 2024.
También tendrá lugar en el 2023 el estreno de mi primer unipersonal, KLINK.

Siempre en movimiento constante, para mantener el equilibrio.
Siempre con un mate, para tener el sabor de casa presente.




 
 

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